Criado en Lübeck en el seno de una familia patricia, a la muerte de su padre en 1893 siguió a su madre a Munich, donde trabajó como aprendiz en una compañía de seguros. Más tarde, aprovechando en parte las relaciones de su hermano Heinrich, colaboró con varias revistas, entre ellas Simplizissimus. De 1895 a 1897 estuvo en Italia, acompañando a su hermano.
En su juventud, su postura quedó reflejada en las
Consideraciones de un apolítico, planteadas en gran medida contra el
Zola, que había publicado precisamente Heinrich. En 1933, aprovechando
una gira de conferencias, y siguiendo el consejo de sus hijos, no volvió a
Alemania, sino que se exilió primero en Sanary-sur-Mer, cerca de Marsella, y
luego en Küsnacht, junto a Zurich. En esa época no se definió políticamente, se
mantuvo apartado de los círculos de exiliados e incluso prometió al ministerio
de Propaganda alemán, en 1933, abstenerse de manifestaciones políticas, pues no
quería hacer peligrar la relación con sus lectores alemanes ni la edición de
José y sus hermanos.
En 1938 se trasladó a California, donde residió hasta el final de
la Segunda Guerra Mundial. Desde allí dio una serie de charlas radiofónicas de
propaganda para la BBC bajo el apelativo común de Deutsche Hörer
(1940-1945, ¡Oyentes alemanes!) y diversas conferencias de orientación
antifascista. En 1947 visitó Alemania y participó en la primera reunión de
posguerra del PEN-Club en Zurich. En 1952, decepcionado por la situación en
Estados Unidos a raíz de la muerte de Franklin D. Roosevelt, volvió a Europa y
se estableció de nuevo en Suiza, vastamente honrado a partir de allí por sus
conciudadanos alemanes.
La producción literaria de Mann fue enorme y, de entre ella,
merece destacarse cronológicamente Los Buddenbrook (1901), novela
subtitulada "decadencia de una familia", que narra precisamente el progresivo
declive de una estirpe hanseática en el curso del siglo XIX, sobre el fondo de
los procesos de cambio sociológico producidos en esa época. Escrita bajo la
influencia del radicalismo cultural de Nietzsche, en sus páginas aparece la
oposición entre mundo y arte, lo que será un tema recurrente en el autor.
Tonio Kröger (1903), relato publicado conjuntamente con
otros varios, es la biografía de un artista, temáticamente muy cercana a Los
Buddenbrook, y, según confesión del propio Mann, la obra que afectivamente
le era más próxima. En la novela Alteza real (1909), el heredero de un
pequeño principado alemán se casa con la hija de un millonario estadounidense,
con lo que sanea el erario y, a la vez, da un sentido a su propia existencia,
hasta entonces meramente decorativa: se trata de una "comedia en forma
novelesca", narrada con simpática ironía.
La muerte en Venecia (1913), sin duda la más acabada
síntesis de la poética del autor, y una cumbre en el género de la novela breve,
presenta a través de sus protagonistas, el músico moribundo y el joven Tadzio,
una sutil relación dialécticta entre el apogeo de la belleza y la inevitable
presencia de la muerte. En La montaña mágica (1924), vasta novela
comenzada en 1912, que pretendía en un principio ser una especie de sátira de
La muerte en Venecia, Hans Castorp, patricio alemán internado siete años
en un sanatorio pulmonar internacional suizo, vive un proceso formativo: con la
excusa de las varias conversaciones que se entrecruzan en ese mundo cerrado,
Mann intercala una serie de ensayos sobre múltiples cuestiones y traza un cuadro
minucioso de la sociedad europea anterior a la Primera Guerra Mundial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario