Nació un 27 de Mayo de 1870.
Historiador, filólogo y arqueólogo, Schulten está
considerado como el padre de la investigación moderna sobre Tartessos, y
encontrar los vestigios de esta ciudad mítica, algo que no logró, se convirtió
en su obsesión.
Efectuó varias excavaciones en el interior del actual Parque Nacional de
Doñana, cerca de la desembocadura del río Guadalquivir, donde encontró restos de
un poblado romano en el Cerro del Trigo, que creyó que era una población situada
sobre los restos de la mítica ciudad, ya que allí halló igualmente un anillo con
una inscripción griega de clara factura tartésica.
En 'Hispania', como hizo en su libro 'Tartessos', en el que recoge de manera
sistemática todo el saber de la antigüedad sobre esa antigua civilización,
enumera todas las fuentes antiguas que de un modo u otro citan la Península, de
la que recuerda que su nombre más antiguo equivale a
"país de
serpientes", al que seguirán el fenicio equivalente a
"país de
conejos", y el romano Hispania, por el que se conocerá a partir de entonces
y del que deriva el actual España.
En el apartado geográfico, Schulten repasa a todos los autores de la
antigüedad que dan noticia de la Península en sus obras, desde Aristóteles y
Polibio hasta Estrabón y Orosio, y llega a citar varios mapas medievales,
mientras que en el capítulo etnológico repasa las más antiguas tribus de
Lusitania, del Sur, del Noroeste y las que habitaron entre el Ebro y los
Pirineos.
Pueblos históricos de la Península
Entre los pueblos históricos de la Península, Schulten aborda los
ligures, que cita como "la población más antigua que es dado comprobar
históricamente en la Península", y de los que añade que "poseyeron un tiempo
toda la Península", que "los
vascos parecen ser ligures" y que algunos
hallazgos hacen "sospechar que también ellos
proceden de África como
antes los paleolíticos y más tarde los iberos".
Los
iberos suponen para Schulten "la segunda capa étnica histórica" de
la Península, mientras que los
celtas, ya en el siglo VI antes de Cristo,
procedentes del norte, invadieron el oeste y el centro expulsando a los ligures,
mientras que los iberos se sostuvieron en el este y en el sur, hasta que en 250
antes de Cristo toda la Península fue ibera.
Entre los pueblos "extranjeros" de la antigua España enumera Schulten a
micénicos, fenicios, griegos y
cartagineses, y en una de estas
migraciones es la que el historiador alemán sitúa, en su obra 'Tartessos', el
origen de la mítica civilización, de la que se conservan vestigios tan
sorprendentes como el llamado Tesoro del Carambolo, que se conserva en Sevilla y
está constituido por un conjunto de piezas labradas en oro puro.
Tartessos, 3.000 años antes de Cristo
La teoría de Schulten es que hacia el año 3000 antes de Cristo llegaron al
sur de la Península unos invasores
procedentes de Creta, a los que
denomina como "pretartésicos", que pusieron las bases del desarrollo posterior y
que ya en el año 1100 antes de Cristo se habían conformado como Tartessos.
Sin embargo, considera que el nacimiento de Tartessos tiene su origen en la
llegada de pueblos
procedentes de Asia Menor, más avanzados
culturalmente, y que tras arribar a las costas andaluzas se convirtieron en la
clase dominante, desde el actual Algarve portugués hasta el Levante español.
'Hispania' incluye un largo capítulo dedicado a "la España Romana", desde la
conquista hasta el cristianismo y las consecuencias en estas tierras de la
decadencia y caída del Imperio romano.